EstábamosPlatero y yo en el prado viendo el hermoso día de otoño que había, mientras tanto, comencé a llamar a Platero y reboto en una gran roca y el eco regreso, Platero se asusto y rebuzno y el eco volvió a rebuznar, Platero no sabía que pasaba y estaba muy enojado, así que se fue, solo, queriendo dejarme. SUSTO CII
03jul-2014 - Explora el tablero "Platero y yo" de María José Nevado Vivas, que 255 personas siguen en Pinterest. Ver más ideas sobre platero y yo, centenario, libros virtuales.
Plateroy yo: 4 – El eclipse. Nos metimos las manos en los bolsillos, sin querer, y la frente sintió el fino aleteo de la sombra fresca, igual que cuando se entra en un pinar espeso. Las gallinas se fueron recogiendo en su escalera amparada, una a una. Alrededor, el campo enlutó su verde, cual si el velo morado del altar mayor lo cobijase.
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